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SUMMA y CITSE se reúnen con docentes que participaron del estudio sobre experiencias de desarrollo profesional en pandemia

SUMMA, el primer Laboratorio de Innovación e Investigación en Educación para América Latina y el Caribe, y el Centro de Investigación para la Transformación SocioEducativa de la Universidad Católica Silva Henríquez (CITSE-UCSH) realizaron el jueves 3 de junio una reunión con docentes de los 5 países, México, Honduras, Colombia, Uruguay y Chile, que formaron parte del estudio “Experiencias de desarrollo profesional docente en contextos Covid19 y su vinculación con tecnologías digitales”.

De parte de SUMMA, estuvieron presentes Dante Castillo-Canales, Director de Políticas y Prácticas Innovadoras, y Andrea Lagos Mancilla, Coordinadora de Formación Docente, y de parte de CITSE-UCSH, Álvaro González, Coordinador de la línea Liderazgo y Colaboración para la Mejora Educativa, y el investigador y académico Juan Pablo Queupil.

Después de dar la bienvenida, Dante Castillo-Canales dijo que “esta es una oportunidad para poder conocer efectivamente cuáles han sido los procesos de desarrollo profesional durante la pandemia y su relación con las tecnologías digitales, pensando en la diversidad de contextos que existen en América Latina”.

Por su parte, Álvaro González, destacó que “la idea de esta jornada es poder hacer un intercambio con personas de otros países con las que tenemos cosas comunes, pero también algunos matices”. A continuación, presentó los principales hallazgos del trabajo “Experiencias de desarrollo profesional docente en contextos Covid-19 y su vinculación con tecnologías digitales”.

“La tecnología no sólo resolvió el problema práctico de cómo mediar ciertos procesos de enseñanza a distancia, pero terminó siendo una herramienta para poner los estudiantes al centro del proceso educativo, entendido desde una perspectiva más amplia”, comentó. Y subrayó la diversidad de contextos en los que las y los docentes presentes en la reunión trabajan, como por ejemplo, contextos urbanos o rurales, que “fueron mostrando limitaciones de tipo estructural, como la conectividad o la disponibilidad de recursos para poder desarrollar el proceso educativo a distancia”. “Sin embargo, pese a esas condiciones, ustedes fueron buscando y adaptando las formas de trabajo. Fue muy interesante para nosotros conocer dichos procesos”, señaló.

Mostró cuatro tipos de aprendizajes a partir del estudio: fortalecimiento de las concepciones, conocimientos y competencias de uso de las tecnologías digitales, replanteamiento e incipiente modificación de las prácticas educativas, desarrollo de ciertas habilidades transversales, y enriquecimiento del acto de educar y sus pilares fundamentales. Luego, el grupo reflexionó sobre los procesos de aprendizaje profesional, que con la pandemia aparecieron de forma emergente, y que estuvieron marcados por estrategias de ensayo y error.

A continuación, hubo un espacio para el diálogo sobre aprendizajes y necesidades para continuar desarrollando esos aprendizajes.

La conversación transitó distintas experiencias y problemáticas como el acceso a la tecnología y los conocimientos requeridos para la gestión de las distintas plataformas tecnológicas. Destacaron, asimismo, que la pandemia “ayudó a visualizar a los niños, a tener un trato uno a uno, a relacionarse con las familias”. También se mencionó el trabajo colaborativo que se generó con otros colegas.

“Es inevitable comparar países y contextos”, intervino Juan Pablo Queupil. “Hay toda una invitación a que el proceso educativo siga, pero parece que no salimos de la crisis, y estamos una y otra vez tratando de salvaguardar la situación. El desafío sigue, cuando se termine la pandemia si es que se termina, viene la otra incertidumbre, en torno a qué va a pasar”, advirtió.

“Me pregunto si la pandemia nos hizo más estratégicos”, dijo Andrea Lagos Mancilla hacia el cierre. “Ha habido mucho crecimiento profesional en términos de arriesgar más y dar el paso hacia este mundo que en otro contexto nos resultaba más desafiante y más gris. Me parece importante la idea de conectarse con los estudiantes, hablar su mismo idioma, y mirar las oportunidades que se han generado. Otra idea interesante es pensar al docente como indagador, investigador que la pandemia sacó a la luz”, concluyó.

“La pandemia evidenció brechas y falta de recursos. Estamos en condiciones muy dispares y el desafío es poder integrarlos a todos, el que puede, no puede, el que se conecta o no se conecta. Ese panorama nos hace mirar la vuelta con incertidumbre, preguntarnos qué vamos a poder seguir haciendo, si vamos a poder seguir siendo creativos en el futuro, o si nos van a dejar serlo”, señaló.

Este estudio se enmarca en los esfuerzos realizados por la Coalición por el Desarrollo Profesional Docente a Escala (TDP@scale Coalition for the Global South) que busca contribuir a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 de Naciones Unidas, esto es, garantizar una educación inclusiva y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos, promoviendo un desarrollo profesional docente de calidad, equitativo y sostenible a gran escala, mediado por las TIC, mediante la colaboración, la investigación y el apoyo a la implementación.