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Las escuelas para estudiantes transgénero y los laboratorios de género, ¿un paso más en favor de la inclusión de las personas LGBTI en América Latina?

Estudiantes del Mocha Celis, en Argentina.

Francisco Quiñones Cuartas junto con algunos de las y los estudiantes del Mocha Celis. Foto: Facebook Mocha Celis

 

Por Informe GEM

“Cuando se incentiva a que los padres y las madres acusen al personal docente de lavar el cerebro del alumnado y promover ideas relacionadas con el género y la sexualidad, esto, por supuesto, difunde el pánico moral e impide que se tomen acciones para luchar contra el LGBTIfobia en las escuelas” afirmó Cristiane Cerdera, una profesora que trabaja en una escuela de Río de Janeiro (Brasil), en un video sobre la exclusión LGBTI en las escuelas.

Si bien el alcance del concepto de inclusión ha evolucionado en los últimos años para abarcar las necesidades de cada persona en riesgo de ser objeto de exclusión y discriminación en su participación y experiencia educativa, en muchos países de América Latina “todos y todas” no significa necesariamente todos y todas. Muchas personas de la región continúan siendo excluidas y discriminadas por su orientación sexual, su identidad de género, su expresión de género o sus características sexuales, reales o percibidas. En el mes del Orgullo LGBT, hacemos un llamado para que se garantice la inclusión en la educación del alumnado LGBTI en igualdad de condiciones que sus compañeros.

A pesar de que hay avances en la región con la introducción de leyes de identidad de género y contra la discriminación en varios países, el clima escolar sigue siendo innegablemente hostil para los y las estudiantes LGBTI. Un estudio realizado en siete países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay) encontró que cuatro de cada cinco estudiantes LGBTI en Chile no se sienten seguros en la escuela. En Colombia, el 15% de los y las estudiantes había sido víctima de violencia escolar debido a su orientación sexual. En el Perú, alrededor del 17% de los estudiantes LGBTI denunciaron agresiones físicas en el año anterior. En México, el 75% del estudiantado LGBTI experimentó acoso verbal e insultos en la escuela y el 66% de los estudiantes transgénero reportaron haber sufrido acoso escolar.

Como lo mencionamos en nuestro último documento de política No mires hacia otro lado lanzado en un evento junto con SUMMA y la OREALC/UNESCO Santiago, los jóvenes de la región que experimentaron mayores niveles de victimización por su orientación sexual tenían al menos el doble de probabilidades de no asistir a la escuela y presentaban altos niveles de depresión. En los siete países analizados el estudiantado LGBTI manifestó sentirse inseguro en la escuela debido a su orientación sexual (entre el 47% y el 81% de los y las encuestados), y expresión de género (entre el 32% y el 63%).

Escuelas para estudiantes transgénero en Argentina y Chile y laboratorios de género en Brasil

Para hacer frente a la exclusión que enfrentan las personas LGBTI en la educación, colectivos, organizaciones de la sociedad civil y padres y madres han puesto en marcha varias iniciativas como la creación de escuelas para alumnos transgénero. Estas iniciativas tienen como objetivo crear un clima escolar donde alumnos y alumnas, sin importar su orientación sexual, su identidad de género, su expresión de género o sus características sexuales, reales o percibidas, se sientan seguros, libres y respetados. En Brasil, por ejemplo, Cristiane Cerdera dirige un laboratorio sobre género en el Colegio Pedro II, un colegio público financiado por el gobierno de Río de Janeiro que acoge a 13,000 estudiantes. En el laboratorio, los y las estudiantes pueden discutir abiertamente cuestiones de orientación sexual, identidad y expresión de género e inclusión.

Las escuelas para estudiantes transgénero son otra iniciativa que puede favorecer la inclusión del alumnado LGBTI. Para celebrar el Día del Orgullo LGBT, el diario Clarín de Argentina publicó un artículo sobre el Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis creado hace diez años en la ciudad de Buenos Aires y considerado por muchos como la primera escuela del mundo desarrollada especialmente para ese colectivo. La “Mocha” como lo llaman en Argentina cuenta con 137 egresados y egresadas y alberga actualmente a 339 alumnos y alumnas en distintos niveles educativos. Desde hace poco, cuentan con un edificio propio que permitirá albergar una creciente demanda de personas LGBTI que buscan continuar sus estudios de bachilleratos. El Ministerio de Educación construirá un Centro Territorial Integral de Políticas de Género y Diversidad, donde se instalará la Mocha.

Escuelas como la Mocha buscan luchar contra el paradigma educativo que ha expulsado sistemáticamente a la población LGBTI de las aulas durante décadas. En Argentina, la ley de cupo laboral para personas travestis, transexuales y transgénero aprobada en 2020, ha llevado a un incremento en la matrícula de las personas LGBTI. La ley, establece que las personas travestis, transexuales y transgénero, que reúnan las condiciones de idoneidad, deberán ocupar cargos en el sector público nacional en una proporción no inferior al 1% del total de los cargos. Esto ha motivado a muchas personas LGBTI a retornar a las aulas. Tras la aprobación de la ley, cada curso en el Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis pasó de tener 30 a 100 estudiantes en promedio.

En Chile, la escuela Amaranta Gómez es una de las primeras escuelas de América Latina creada para alumnos transgénero. Creada en 2018 y ubicada en la comuna de Ñuñoa en Santiago de Chile, tiene 39 alumnos de los cuales 22 se identifican como trans. Muchos de los y las estudiantes que se han matriculado en la escuela Amaranta Gómez lo hicieron al no sentirse identificados con la educación tradicional donde con frecuencia eran víctimas de acoso y discriminación por parte de sus profesores y compañeros. La escuela busca transformar la educación para convertirse en un referente de inclusión, promoviendo prácticas pedagógicas transformadoras que puedan ser replicadas en todos los establecimientos educativos chilenos.

El instituto depende de la Fundación Selenna, una organización que busca proteger los derechos de niños, niñas y jóvenes transgénero. La organización fue creada por cuatro mamás que luego de vivir el proceso de transición de sus hijos e hijas, decidieron dedicarse a acompañar y poner sus conocimientos al servicio de la infancia trans y sus familias. Los niños y niñas trans de la Escuela Amaranta y Fundación Selenna, guiados por profesionales de la educación crearon el Libro de Selenna el cual busca educar a las personas sobre la identidad de genero a través de sus propias palabras. El libro presenta palabras, ideas y conceptos valóricos que, si son aprendidos desde la infancia, podrían ayudar a erradicar el bullying contra el alumnado LGTBI en las escuelas a temprana edad.

Estas son algunas de las iniciativas que han surgido en los últimos años en América Latina para luchar contra la LGTBIfobia en las escuelas y abogar por la inclusión del alumnado LGTBI en la educación en igualdad de condiciones que sus compañeros.

Accede al Informe GEM 2020 para América Latina y el Caribe 

Revive el evento “No mires hacia otro lado: no a la exclusión del alumnado LGBTI”