Extensión de la jornada escolar

Bajo impacto, Costo moderado, Evidencia moderada

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Extensión de la jornada escolar

El presente resumen se centra en la extensión del horario académico básico y el uso de programas focalizados, antes y después del horario habitual para reforzar a estudiantes desaventajados o de bajo rendimiento académico. Otras estrategias de intervención en las que se aumenta el tiempo de aprendizaje, se incluyen en otras secciones de esta plataforma, tales como Tareas Escolares, Intervención educativa en primera infancia y Escuelas de Verano.

La investigación se ha centrado en tres estrategias principales de intervención para extender la jornada escolar:

  1. Extensión del año escolar;
  2. Extensión de la jornada escolar diaria;
  3. Añadir horas, antes o después del horario escolar, para grupos específicos de estudiantes. 

¿Cuán efectiva es la intervención?

En general, la evidencia indica que al extenderse la jornada escolar o usar programas con grupos específicos antes o después del horario escolar, los estudiantes progresan en promedio, dos meses adicionales al año. Existe cierta evidencia que estudiantes con desventajas obtienen beneficios enormes, progresando cerca de tres meses adicionales. También se observan mayores beneficios en cuanto a asistencia, conducta y relaciones con sus compañeros en estudiantes de menores ingresos.

Además de proveer apoyo académico adicional, algunos programas buscan entregar ambientes y actividades estimulantes o desarrollar habilidades personales y sociales adicionales. Estos programas son más propensos a generar un impacto en el rendimiento académico de los alumnos que aquellos que únicamente tienen un enfoque académico. Sin embargo, no esta claro si esto se debe a las actividades adicionales o a la mejora en la asistencia y participación.

La evidencia también indica que atraer y retener a los alumnos en programas previos y posteriores a la jornada escolar es más difícil en el nivel secundario que en el primario. Para tener éxito, cualquier aumento en la jornada escolar debe ser respaldado tanto por padres como por personal pedagógico, y aumentos radicales (por ejemplo, más de nueve horas diarias de clases) no parecen ser tan beneficiosas.

Evidencia en América Latina:

Se han realizado investigaciones cualitativas y cuantitativas en América Latina para investigar el efecto que la extensión de la jornada escolar tiene en el aprendizaje de los estudiantes, así como también en la organización del tiempo escolar, las prácticas de enseñanza, las actividades estudiantiles y las relaciones dentro y fuera de la escuela. La mayoría de la investigación proviene de estudios de casos y sus resultados no son consistentes.

Utilizando un diseño mixto, un estudio muestra que la relación entre el tiempo en la escuela y el nivel de logro del estudiante no es lineal. Este efecto depende de la calidad de las interacciones y de las experiencias educativas que los estudiantes desarrollan durante el día escolar. En este sentido, el reto es maximizar las oportunidades de interacciones significativas, donde el docente planifique y organice actividades con intenciones pedagógicas para potenciar las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes.

Otro estudio sostiene que en términos del promedio de horas de clase durante el año escolar, según lo reportado por los docentes, existe una relación inversa entre la cantidad de horas de clase y el rendimiento estudiantil, sosteniendo que los países que cuentan con más horas de clase obtienen puntuaciones más bajas en la prueba "Trends in International Mathematics and Science Study" (TIMSS). Sin embargo, no es posible determinar una relación causal sobre la base de una correlación entre el número de horas de clase y los resultados académicos. La decisión de extender la jornada escolar a menudo es un componente dentro de un conjunto mayor de acciones de reforma escolar. Otros estudios realizados en Chile sostienen que la extensión de la jornada escolar tiene un impacto positivo en el rendimiento académico de los estudiantes, medido por la prueba nacional del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE).

Un estudio realizado en Argentina sostiene que con la implementación de esta política hubo ciertas mejoras en los indicadores de escolaridad.

Los resultados no son completamente consistentes entre los estudios realizados en América Latina y el Caribe. Las diferencias podrán depender, en parte, de la eficacia con que se utiliza el tiempo extra escolar. Se requiere más investigación en la región para analizar el efecto específico que este tipo de estrategias tiene en los resultados de aprendizaje de los estudiantes.

¿Cuán segura es la evidencia?

La evidencia es moderadamente segura. La decisión de alargar el año o jornada escolar es a menudo un componente de estrategia de reforma escolar de mayor envergadura. Esto hace difícil atribuir las mejorías en el aprendizaje a la extensión de la jornada. Los beneficios no son consistentes a través de los estudios, indicando que el tiempo agregado puede no estar siendo usado eficientemente. Es probable que se haya evaluado más rigurosamente ciertos programas específicos o acotados; sin embargo, en éstos, también hay gran variación en el impacto medido.

La mayor parte de las evaluaciones de la extensión de la jornada escolar provienen de EE.UU. Todas las revisiones indican la necesidad de evaluaciones más rigurosas, con mediciones de resultados que demuestren el impacto en el aprendizaje.

¿Cuál es el costo?

Los costos son estimados como moderados. Esto involucra esfuerzos económicos que varían por país y por nivel educacional debido a los costos diferenciados entre educación primaria y secundaria. Otro costo a considerar es la capacitación de educadores para trabajar en actividades extra-programáticas adicionales a las horas de clases.

¿Qué debería considerar?

Antes de implementar esta estrategia en su escuela o espacio educativo, considere lo siguiente:

  1. La planificación es importante para obtener el máximo beneficio del tiempo extra. Ésta debería satisfacer las necesidades de los estudiantes y aprovechar sus capacidades.

  2. Los beneficios académicos están más claramente asociados con programas después del horario escolar que están bien estructurados, fuertemente asociados al programa de estudios y dotados de personal bien calificado y bien capacitado.

  3. Los programas después del horario escolar deben permitir una instrucción más intensiva (ver en  Clases individualesEnseñanza en grupos pequeños)

  4. Las actividades de enriquecimiento educativo pueden tener un impacto en el logro académico, pero la relación no está bien establecida y el impacto de distintas intervenciones puede tener grandes variaciones (ver en  Participación en actividades deportivasEducación Artística)

  5. ¿Ha explorado cómo puede mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje durante el horario escolar? Puede ser más barato y eficiente tratar de usar mejor ese tiempo, antes de considerar extenderlo.

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(*)Síntesis elaborada por SUMMA a partir de la revisión sistemática de investigaciones académicas realizadas en la región.