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Con la presencia de la ministra de Educación de Ecuador, especialistas debatieron sobre financiamiento de la educación en la región

La división de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y SUMMA, el primer Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe, llevaron a cabo la tercera edición del ciclo de tutorías colaborativas de la comunidad de práctica Líderes en Educación.

En este tercer encuentro transmitido en vivo por Facebook y Youtube, expertas y expertos debatieron sobre ¿Cómo financiamos la educación? El panorama que deja el COVID-19. Participaron el director de SUMMA, Dr. Javier González; la ministra de Educación de Ecuador, Dra. Monserrat Creamer; y la Dra. Emiliana Vegas, investigadora principal y co-directora de The Center For Universal Education de The Brookings Institution, quien moderó el panel.

Al inicio de la sesión, la Dra. Emiliana Vegas destacó que estimaciones recientes de la UNESCO sugieren que el déficit de financiamiento en los países de ingresos bajos y medios podría aumentar de un estimado anterior del Covid de 39 millones de dólares anuales en el 2015, a 200 millones de dólares por año en 202o. “Estamos ante un panorama inédito”, consideró. Destacó que a raíz de un informe de la OECD que existe preocupación acerca de cómo pueden afectar los shocks financieros producidos por el Covid-19, en los sistemas educativos de los países de la región. Agregó que los fondos destinados a la educación podrían verse comprometidos frente a otros ámbitos importantes también como salud, la protección social y el cambio climático.

“Lo que nos convoca con el tema de financiamiento tiene que ver con que tenemos bajo nivel de aprendizajes con respecto al nivel de desarrollo”, comentó el director de SUMMA, Javier González, en su presentación. Advirtió que “la mitad de nuestros jóvenes o más en algunos países no tiene las competencias básicas para desenvolverse en la sociedad”. Consideró que la región está rezagada y que tiene que ver con distintos temas como la formación; los frágiles sistemas de apoyo al mejoramiento escolar; el contexto de pandemia; la privatización desregulada; y el financiamiento insuficiente.

América Latina hizo un esfuerzo con respecto a la inversión en educación, continuó. “Los ministros de Educación han sido capaces de persuadir a sus ministros de Hacienda, aunque en algunos casos no lo suficiente, porque la educación puede ser vista desde el punto de vista del esfuerzo, pero tiene un costo objetivo en termino de dólares por alumno al año”, señaló, destacando que los países de la región no sólo están atrasados respecto del gasto en educación sino de la aceleración de ese gasto. Mencionó el umbral de 8 mil dólares de inversión por alumno al año, como indicador de calidad en la educación y destacó el problema del pluriempleo en algunos países de la región como en Argentina, donde un 50% de los docentes trabaja en más de tres escuelas.

Habló sobre la falta de recursos básicos como el agua o electricidad en las escuelas rurales, que impactan en las condiciones del aprendizaje. “La injusticia social se refleja en nuestros grupos más excluidos”, dijo al hacer referencia el Informe GEM elaborado por SUMMA y UNESCO. “El tema del financiamiento es también causas de exclusión. En la medida que tomamos malas decisiones se hace más cara la inclusión”, advirtió.

“No hay incentivos reales a invertir en la educación, es un problema más sistémico de lo que reconocemos. Es un tema económico pero también político”, señaló. Ante algunas preguntas del público, Javier González concluyó que existe la necesidad de “hacer nuestros sistemas más inclusivos, construir sobre la diversidad, y esa construcción no es gratuita, sino que requiere de recursos para formar docentes, adecuar nuestras estructuras, invertir en nuevas pedagogías y dar soporte a estas poblaciones de estudiantes que generalmente dejamos atrás”.

“El derecho a la educación es el que nos permite ejercer todos los derechos”, reflexionó la ministra de Educación de Ecuador, Dra. Monserrat Creamer. “En este contexto de pandemia, la inversión no fue una cuestión sólo de conectividad, sino que tuvimos que preparar toda la formación docente y el modelo educativo para insertar la agenda digital educativa”, contó.

La alta funcionaria relató las principales prioridades educativas de su país como unir a la escuela, la familia y la comunidad “y lo estamos logrando de manera acelerada gracias a la pandemia”. También consideró prioritaria la valoración de la carrera docente efectiva y eficiente, así como otros programas extraordinarios que incluyen el sistema familiar de atención temprana, las aulas hospitalarias, la optimización de procesos y servicios de gestión educativa desconcentrada, inglés para docentes, entre otros.

Destacó la diversidad de Ecuador, que tiene 14 nacionalidades y 18 pueblos. “Somos un país muy diverso por lo que estamos trabajando muchísimo en su autonomía pedagógica, en las escuelas comunitarias, en los docentes, y para eso estamos institucionalizando y fortaleciendo la calidad docente del sistema que se centra en el dominio de la lengua ancestral”, comentó.

La ministra subrayó la importancia de haber generado acuerdos y alianzas con todos los sectores y actores. “Nos salvó en los momentos más duros para la movilización de recursos y financiamiento de nuestras prioridades”.

“El centro de la inversión en el ámbito educativo es el capital humano para mejorar el presente, futuro de la persona, su entorno, y el país”, continuó. Presentó el plan de continuidad educativa para un retorno a clases seguro, voluntario y progresivo, acordado con cada comunidad y sus autoridades locales. “Aunque volvamos a clases en esa comunidad, será siempre opcional para la familia retornar o no y puede continuar en las modalidades que hemos abierto”, aseguró.

Durante el segmento de preguntas y respuestas, se leyeron comentarios muy positivos por parte de las personas asistentes a la sesión, provenientes de toda la región. “Mi agradecimiento a SUMMA Y BID, a los invitados, por compartir información y reflexiones que permite crecer profesionalmente para valorar los avances en nuestros países”; “Muy buena la sesión de hoy. Los discursos fueron inspiradores y nos traen muchas contribuciones de las evidencias pedagógicas en América Latina”, fueron algunos de los comentarios.

Los objetivos de esta comunidad son: potenciar un espacio de aprendizaje colaborativo entre más de 200 líderes en educación provenientes del sector público, privado y universidades de toda América Latina y el Caribe; generar un espacio de intercambio de experiencias entre países y, en especial, sobre políticas educativas; generar una red de contactos activa; y visibilizar perspectivas de los distintos actores de la comunidad de práctica en torno a las políticas educativas en América Latina y el Caribe.

Como parte de las iniciativas de la comunidad, se encuentra la plataforma colaborativa CO+INCIDE, la primera red virtual y abierta de actores de educación, creada por SUMMA, y que facilita la colaboración y el trabajo en red entre innovadores, investigadores, hacedores de política y financistas.

La cuarta sesión de este ciclo de tutorías se llevará a cabo el próximo jueves 10 de diciembre desde las 11:00 hs Chile con la temática: “¿Que nos separa de una educación inclusiva? Lecciones que nos entrega el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020 – América Latina y el Caribe – Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción”. Participarán Sylvia Schmelkes, socióloga, con Maestría en Investigación y Desarrollo Educativo por la Universidad Iberoamericana, y Vicerrectora Académica de la Universidad Iberoamericana; Manos Antoninis, director del Global Education Monitoring (GEM); e Ismael Tabilo, sociólogo, investigador de Política Educativa de SUMMA y académico colaborador de la facultad de psicología de la Universidad Alberto Hurtado.

Además, la sesión contará con la presentación de la experiencia de “Implementación del Modelo de Servicio de Educación Intercultural Bilingüe” del Ministerio de Educación | Perú, la cual tendrá como objetivo aterrizar lo discutido en la sesión a sus vivencias prácticas. Esta experiencia considera la inclusión como parte de su esencia y la promueven a través de un tema específico como es la interculturalidad.